El dia comienza con un sentimiento agotador,odio empezar así la mañana porque me ataca la idea de haber desperdiciado ocho horas de mi vida.... o de mi noche más bien.
Supongo que todo se debe a esta interminable maraña que se desata en mi cabeza, las mil y un cosas que tengo pendientes, las cuentas que parecen que no se acaban, las cosas que deseo hacer y que no puedo hacer por el momento y aquellas que aunque no quiera -aunque se oiga un tanto contradictorio- desearía querer hacerlas... ¡en fin!, todo eso que uno no dice pero que por dentro anda haciendo ebullición...
A veces la vida no sale como uno la planea, en mi caso podría decir que N A D A, y no digo que eso sea algo negativo, de hecho hay cosas que deseaba y ahora me parecen más bien ridículas; ridículas por el hecho que no me imagino haciendolas... al menos no con alegría, como se suponía que debería ser cuando las soñaba. Esas cosas no me pesan, pero hay otras que de pronto se acumulan en mi pecho y se me nubla un poco la vista. Será que me siento en algunas partes tan... ¡tan incompleta!, con tantas posibilidades pero con pocas probabilidades...., es así como me siento, pero ¡no quiero!, no quiero que las cosas me pesen, que el día se me vaya en contar todas las cosas que aún están pendientes y entonces me pierda de que hoy tengo todo un dia por delante...., es que se escucha tan trillado, pero hoy es lo que importa, y por enésima vez me repito a mi misma que ahora si voy a estar aquí, presente, en este día...
Quiero que el hoy sea mio -pocas veces me lo apropio-, casi siempre abrazo a la historia o jugueteo con los rizos de la añoranza, son mis amigas -o eso he querido pensar-, pero este día quiero dejarlas un poco de lado, sin desdeñarlas... sólo que se queden sentaditas junto a mi, mientras que me agarro del día que empieza para exprimirle todas sus posibilidades....
¿no será que sólo desvarío?
